Una huella es un escape,
y la montaña una puerta que nunca cierra.
Entonces no importa que sobre el horizonte
tu tremulo brillo se desvanezca,
jugando los juegos del sol,
como un engaño o una ilucion.
Porque viajar sin brujula es viajar sin amor.
Y entre el polvo suspendido de los caminos yo he viajado.
Viendolo caer, por las frias noches,
cubriendo las huellas que quedaban atras.
Entonces cada dia es un volver a empezar,
de suelas gastadas, do olor a mar, a lluvia esperada.
por la ruta de los paisajes ajenos
viaje y los hice mios,
el amor ha sido el viaje, sin hallar destino.